Powered By Blogger

lunes, 16 de enero de 2012

El abuelo convertido en ¡gato!

Un gran ruido llenó el restaurante y tras todo el humo que salía de la silla del abuelo apareció ¡un gato!
El abuelo se había convertido en un enorme gato, de color marrón, con unos grandes bigotes grises y unas grandes orejas de las que asomaban pelos blancos.
Todos nos quedamos con la boca abierta y no sabíamos que decir ni que hacer. En ese momento a todos los que estábamos sentados a la mesa se nos pasaron las mismas preguntas por la cabeza: ¿Habrán sido las sardinas?, ¿Nos convertiremos nosotros también en gatos?
Todos seguíamos sentados, sin decir nada y mirando al abuelo. De repente, tras estas preguntas que todos no hacíamos, empezó a cundir el pánico en la mesa: la abuela se levantó gritando, mi padre se metió debajo de la mesa, mi hermano estalló a llorar, mi madre no paraba de dar vueltas alrededor de la mesa…
El abuelo, que estaba sentado tranquilamente aún en su silla, se nos quedó mirando a todos observando cuál reacción de todas era la más ridícula; cuando ya se hartó de vernos hacer tonterías a todos, se alzó en su silla y sorprendentemente habló: “¡¿Qué pasa?!, ¡¿Me podéis explicar a que viene esto?!”. Todos nos miramos y sin saber que decir mi hermano se atrevió y le contestó: “Abuelo, te has convertido en gato…”. Mi abuelo echó un vistazo a su nuevo aspecto y al parecer no le desagradó, nos miro a todos y nos dijo: “¡Pero qué bien! ¡Ahora soy un gato! Podré ir de allá para acá cuando quiera, seré libre y cuando quiera estar calentito me quedaré en la puerta de alguna casa maullando hasta que me acojan. ¡Además, mirad, puedo saltar y correr lo que quiera!”. El abuelo se puso a dar brincos y a correr por todo el restaurante. Cuando terminó de jugar, nos miró muy serio y dijo: “¡Venga! Sigamos comiendo”.
Todos nos sentamos en nuestros sitios, sin poder creer aún lo que estábamos viendo y seguimos comiendo sin pronunciar palabra… Allí estábamos la familia al completo y… nuestro abuelo convertido en gato.


No hay comentarios:

Publicar un comentario